Miguel finalmente ha terminado su primer manuscrito y está orgulloso de su trabajo. Pasó varios meses estudiando técnicas de escritura creativa, sometiendo al escrutinio sus capítulos en un taller literario y recogiendo apuntes de todo lo que había escrito en sus múltiples cuadernos.
Lo había compartido con algunos allegados, un par de sus maestros ya le habían sugerido correcciones y sus compañeros del taller literario lo felicitaban por el magnífico resultado de su esfuerzo. Ahora Miguel se enfrentaba al dilema que enfrenta en algún momento todo aquel que escribe: compartir lo escrito con el mundo.
El sueño literario de ver el fruto de todo el trabajo en las librerías, hasta hace algunos años estaba reservado para un puñado de autores y autoras que lograban enviar exitosamente sus manuscritos a una editorial, la cual posteriormente manifestaba su interés y publicaba sus obras. Para ver este sueño hecho realidad, era necesario esperar meses, años o incluso décadas, si es que llegaba a pasar.
No todo el mundo está dispuesto a esperar y no todas las obras, sin importar su calidad, irán a parar a la editorial adecuada. Sin embargo, la auto publicación ha sido una opción permanente para aquellas personas dispuestas a ver materializada su meta, siempre que cuenten con los fondos para auto financiar el proyecto. Así que ahora Miguel tiene opciones. Puede optar por lanzarse en la búsqueda de un agente literario que encuentre la editorial adecuada para remitir su propuesta, puede investigar en qué editorial encaja su obra, prepararse para remitir esta propuesta directamente y esperar, o puede auto publicar su libro.
Ahora bien, ¿a qué se enfrenta Miguel si se decide por la publicación independiente? Pues a un azul océano repleto de decisiones que tomar, que como olas le tomarán por sorpresa si no realiza un análisis planificado de lo que viene. En primer lugar, existen algunos pasos que ya sea Miguel, o una editorial, deben dar antes de que el libro pueda estar a la venta. La primera decisión es si va a tomar todas las decisiones solo y si buscará delegar algunas actividades. Si decide esto último puede seleccionar una editorial de Co-edición donde pueden ocuparse de muchos de los pasos necesarios y cobran por los servicios editoriales ofrecidos. Si elige realizar algunas actividades y delegar otras, el primer paso es el registro de propiedad de su obra que puede llevar a cabo en la oficina de derecho de autor de su país o en alguna plataforma online para los fines (costos asociados varían).
El segundo paso es la revisión y corrección del manuscrito, preferiblemente de manos de una persona experta que deberá realizar no una sino varias correcciones (en la primera no se ven todos los errores) tanto de carácter orto tipográfico como de estilo. Debe asumir estas correcciones, trabajar en los cambios y ajustes y cuando ya tiene el manuscrito corregido, debe gestionar el diseño de la portada, la maquetación, diagramación del mismo y seleccionar la plataforma en la que va a publicar su libro, normalmente esta le asignará un ISBN (o puede igualmente adquirirlo en la oficina de ISBN de su país que también se pide para libros digitales). Si además quiere imprimir algunos ejemplares, dependiendo de la cantidad puede hacerlo bajo demanda (pocos ejemplares) o si ya tiene contactos para vender cientos de libros, optar por la impresión tradicional en alguna imprenta local que se encargará de gestionar el ISBN, que Miguel también puede solicitar en la oficina correspondiente a su país (en algunos gratuitamente) como autor-editor.
Escogida la plataforma en la que va a publicar, debe seleccionar el precio de su libro, ya sea digital o físico, pues de eso dependerá el margen de ganancias que obtendrá y que va desde un 35% a un 70% en la plataforma más popular de auto publicación (Kindle de Amazon vende el 90% de los libros electrónicos en el mundo). Por último, llega la parte emocionante y donde puede Miguel llegar a sentir mayor frustración: diferenciar su libro de los más de seis millones de libros disponibles en la biblioteca digital. Elaborar y ejecutar un plan de mercadeo incluye pensar en puestas en circulación, notas de prensa, redes sociales, alianzas con bloggers, booktubers y bookstagrammers, consulta con clubes de lectura, una página web de autor y la mejor publicidad, conseguir que se corra la voz y esperar que suficientes personas piensen que el contenido vale una buena reseña, que luego te dará más material para ser constante con la generación de más publicidad. En esta etapa, ya Miguel puede poner a volar su creatividad y seleccionar frases de su libro para publicarlas en sus redes sociales, elaborar un booktrailer, promover lecturas conjuntas, pensar en un audiolibro y lo más importante de todo, seguir escribiendo. Nada estimula más la venta de los libros que la publicación de un nuevo título.
Sí, ser independiente es un proceso que conlleva múltiples talentos, funciones y responsabilidades, pero también ofrece el control sobre los tiempos, los beneficios y eventualmente los éxitos. Es indispensable contar con un presupuesto para invertir, como en cualquier negocio, todos estos procesos cuesta y aunque seas un gran corrector, un maravilloso diagramador y un brillante ilustrador de portadas, debes pensar si eres también un gran escritor. No es posible ser todo, hay algunas excepciones, pero muy posiblemente Miguel no podrá corregir con éxito su propia historia, el escritor debe dedicarse a escribir, hay expertos para todo lo demás.
Si Miguel logra dar cada paso con un alto nivel de compromiso, delegando a los expertos algunos pasos, si pone a un lado la vocecita de su ego que le dice que puede hacerlo todo solo, pues su sueño literario puede hacerse realidad en muy poco tiempo y se habrá convertido además en un emprendedor. Todo camino emocionante tiene curvas, pero si se aprende a disfrutar el trayecto y recorrerlo en buena compañía, no es preciso esperar la llegada a la meta para recibir la recompensa.